Marco estratégico presentado por el Programa Mundial de Alimentos; con una visión de resiliencia, haciendo énfasis en la reducción del impacto del cambio climático y el mejoramiento de la seguridad alimentaria. Se definieron seis ejes de actuación que consolidan las acciones de resiliencia y clima.
Informe que analiza cómo las ciudades se ven afectadas por temas relacionados con el cambio climático. El informe proporciona una guía para ayudar a los responsables políticos a cumplir sus objetivos, y así lograr que las ciudades sean más verdes y resilientes. Además, se describe qué instrumentos de política están disponibles, quién los maneja y cómo se podrían adaptar.
Documento publicado por la Federación Interamericana del Cemento (FICEM), en el marco del desarrollo de la Hoja de Ruta de la industria de cemento de América Latina y el Caribe, en busca de una economía baja en carbono. En el documento se destacan las problemáticas de sostenibilidad, resiliencia en las ciudades latinoamericanas, planificación y gestión en busca de oportunidades para construir ciudades sostenibles y resilientes.
Estudio sobre documentos que apoyan a la estrategia preliminar de resiliencia para mejorar la convivencia de la Ciudad de Panamá con prácticas, técnicas y protección de la calidad del recurso del agua y la adaptación al cambio climático.
Identifica las brechas y necesidades existentes de las investigaciones sobre los retos que presentan los eventos climáticos extremos, la infraestructura crítica, la vulnerabilidad humana y la planeación estratégica.
Documento publicado por Marsh que evalúa cómo el Canal de Suez puede llegar a ser afectado por el cambio climático, y qué medidas se pueden tomar en cuenta para la mitigación de riesgos.
Dentro de este artículo, se muestran cinco circunstancias, las cuales tomaron mucha relevancia en el año 2020. Entre ellas se encuentran, las perturbaciones no económicas, las cuales afectan a la cadena de suministros, principalmente causadas por eventos climáticos, el Brexit, la cual generó un cambio en el flujo de comercio entre el Reino Unido y la Unión Europea.
Además, las tenciones geopolíticas entre los Estados Unidos y China, provocaron que muchas compañías reubicaran sus plantas de producción y relocalizaran su producción. Por otro lado, se presenta como clasificar los riesgos en la cadena de suministro puede servir como hoja de ruta antes la resolución de problemas, también presentan como con un simple marco se pueden clasificar dos ejes, donde la vertical estima los riesgos que pueden ser anticipados, mientras que el horizontal cuantifica el riesgo previsto.
Finalmente, en la su última parte, muestra como cada categoría de riesgo, implica múltiples respuestas, donde demuestra que para construir capacidades fuertes de para poder afrontar el cambio y la resiliencia, es necesario generar procesos de monitoreo que puedan anticipar los cambio abruptos.
Este informe destaca cómo la crisis climática afecta a América Latina y el Caribe con climas extremos, pero también abre oportunidades para la innovación y creación de empleos. La región enfrenta riesgos como seguridad alimentaria, infraestructura, seguridad hídrica y salud. Las emisiones por deforestación representan el 38% del total de gases de efecto invernadero, subrayando la importancia de la inversión climática para soluciones sostenibles.
Invertir en transporte eléctrico es esencial para esta mayormente urbanizada región, siendo más económico a largo plazo pese al mayor costo inicial. Además, la productividad mental disminuye un 2% con temperaturas superiores a 25?°C.
Se identificaron sectores clave para la transición a economías neutras en carbono: energías renovables, movilidad eléctrica, economía circular, bioeconomía, recursos hídricos, turismo sostenible y seguridad alimentaria.
Este reporte explora los riesgos que más afectaron a los proveedores en 2023, así como sus causas y consecuencias. También se presentan las disrupciones que perjudican a las cadenas de suministro, afectando su resiliencia, agilidad y sostenibilidad en esta era tan competitiva. Entre los indicadores con mayor riesgo expuestos en este reporte se destacan los retos de la inflación y las tasas de interés, el aumento masivo de los ciberataques, el impacto de los climas extremos y los conflictos geopolíticos.
Aunque la pandemia de Covid-19 y la mayoría de sus efectos secundarios han sido mitigados, mostró la vulnerabilidad de las cadenas de suministro ante las disrupciones. Por ejemplo, una compañía promedio puede enfrentar, directa o indirectamente, disrupciones como 58 eventos con repercusiones en la salud financiera, 3 eventos de climas extremos, 2 ciberataques y 2 eventos extraordinarios como guerras y desastres, incluyendo restricciones en el Canal de Panamá. En general, estas disrupciones no solo crean brechas en la cadena de suministro, sino que también afectan activos logísticos como infraestructuras, carreteras y puertos, generando pérdidas en la reputación de las compañías.
Este reporte recopila datos y estadísticas sobre desastres imprevistos y sus impactos inmediatos, destacando las tasas desde sus inicios para identificar diferencias.
La Agenda 2030 promueve políticas de inclusión, eficiencia de recursos y adaptación al cambio climático. Junto con las siete metas del Marco de Sendai, fomenta la resiliencia a desastres y una gestión holística del riesgo a todos los niveles. Entre 2015 y 2022, se reportaron 100 desastres más en comparación con años anteriores.
Los desastres, naturales o provocados, causan pérdida de vidas y daños a los medios de subsistencia, resultando en altos costos de respuesta y reconstrucción, así como daños a infraestructuras. Las organizaciones encargadas de gestionar desastres incluyen ministerios de salud, protección civil, agricultura, infraestructura y vivienda.
El informe ofrece una perspectiva sobre los principales desafíos que enfrentan América Latina y el Caribe. Debido a su ubicación geográfica, la región es vulnerable a diversas interrupciones que afectan el flujo financiero y la cadena de suministro. Ante la crisis climática, el enfoque principal ha sido la adaptabilidad a los cambios y la mitigación de riesgos, con la financiación climática emergiendo como una alternativa para cerrar brechas.
Se abordan temas como la disminución de los ingresos públicos debido al descenso de los ingresos tributarios, la estabilización del gasto público primario en América Latina, el aumento de los déficits fiscales debido a la caída de los ingresos, el incremento de la deuda pública en la región y el equilibrio presupuestario de las cuentas fiscales de los gobiernos subnacionales en 2022.
Este artículo presenta la necesidad de implementar infraestructura sostenible en América Latina y el Caribe, la cual es una de las más sensitivas ante el cambio climático y se plantean los beneficios a largo plazo que pueden significar para esta región.
De manera similar, se expone la importancia de contar con una inversión en infraestructura resiliente, la cual permita reducir de manera significativa el impacto de riesgos ambientales, que afectan de manera negativa el producto interno bruto (PIB) de los países, debido al gran costo económico que estos conllevan.
Por consiguiente, contando con esta infraestructura sostenible, se podría mejorar la trayectoria de la deuda pública a mediano y largo plazo dentro de estas naciones.