El documento publicado por la UNCTAD presenta un paso a paso para la creación de resiliencia en la cadena de suministro del sector marítimo. Además, establece herramientas y técnicas para la gestión de riesgos en los puertos. La guía enfatiza en las lecciones aprendidas y las buenas prácticas que se pueden implementar para prepararse, responder y recuperarse de las interrupciones que se puedan dar.
Herramienta publicada por IAPH que tiene como objetivo ayudar al sector marítimo a establecer un enfoque estructurado hacia la gestión de riesgos y resiliencia en los puertos, con medidas de acción recomendadas.
El informe destaca los hallazgos de Bureau of Infrastructure and Transportation Research Economist (BITRE) en una evaluación de la resiliencia de la cadena de suministro vial y ferroviaria de Australia, para informar al gobierno y poder mitigar de manera efectiva y eficiente los riesgos en la cadena de suministro.
Conjunto de herramientas diseñadas para dar apoyo directo en el trabajo de las administraciones de aduanas y las agencias fronterizas; para brindar un mejor desempeño en las funciones durante la respuesta a un desastre natural, brote de una enfermedad o cualquier otro evento que pueda interrumpir los flujos regulares de comercio y personas a través de los puntos de entrada.
Estudio que muestra cómo las empresas pueden mejorar la funcionalidad de la cadena de suministro, mediante la aplicación de prácticas sostenibles y tecnología para un mayor rendimiento. Además, en el documento se analizan los beneficios de las empresas con la inversión de buenas prácticas.
El artículo contiene un análisis de diferentes investigaciones y proyectos basados en resiliencia, administración de la cadena de suministro (SCM) y logística. Además, en el documento se discuten ideas nuevas y modificadas, para presentar oportunidades de mejora.
En esta década la frecuencia de eventos disruptivos a la cadena de suministros ha ido en aumento, lo que ha generado una cadena más compleja y globalizada. Entre los recursos logísticos que se han visto afectados están capacidad de los contenedores, el cambio de rutas y la obtención de la materia prima. Por ello, para producir soluciones resilientes óptimas se deben identificar los riesgos, evaluar las capacidades resilientes y plantear estrategias de mitigación.
Con todo esto, los riesgos que salieron a flote fue una clara dependencia a proveedores globales, generando impactos masivos. Por ejemplo, entre los eventos disruptivos de la última década, está la pandemia del Covid-19, la obstrucción del Canal Suez y la guerra Rusia-Ucrania. De igual forma, la capacidad de adaptabilidad juega un papel importante, porque permite mantener las estructuras y funciones de las organizaciones y permite dar respuestas efectivas ante los disturbios en la cadena de suministro.
Por consiguiente, las disrupciones en la cadena de suministro pueden ocurrir de manera inesperada e inhabilitando las operaciones. Para contar con una cadena de suministro resiliente se sugiere adoptar estrategias como contar con proveedores de respaldo y flexibilizar las rutas de transporte.
Se plantean diversos desafíos en el desarrollo de cadenas de suministro ininterrumpidas para hacer frente a los riesgos, considerando su vulnerabilidad. Por tanto, la identificación de oportunidades radica en la creación de cadenas de suministro resilientes. De hecho, cada organización debe centrarse en mitigar la escasez causada por proveedores y mantener la satisfacción de sus clientes finales.
Además, las cadenas de suministro deben orientarse hacia el desarrollo y la identificación de posibles disrupciones. Por ejemplo, en la actualidad, se observa una producción de mercancías en cantidades adecuadas según la demanda, con envíos puntuales y a un costo efectivo.
De esta manera, podemos definir las cadenas de suministro como un conjunto de organizaciones que participan en diversos procesos de actividades de valor, desde la producción de mercancías hasta su entrega en manos del cliente final. La clave no solo radica en centrarse en cadenas lineales, sino también en comprender canales complejos. Por consiguiente, la resiliencia se basa en la capacidad de un sistema para recuperarse a su estado original después de un contratiempo
Durante los últimos años, se han generado distintas disrupciones, las cuales han afectado tanto a la cadena de suministros como a la demanda. La pandemia de COVID-19 en particular hizo que muchas fábricas paralizaran sus operaciones temporalmente, generando un desabastecimiento mundial.
Del mismo modo, la crisis climática ha jugado un papel importante en la carencia de la materia prima. Debido a los climas extremos, como lluvias torrenciales y sequías más prolongadas, ha afectado directamente a los sistemas agropecuarios, especialmente en países como India, Pakistán, Bangladés y Vietnam. Además, la escasez de agua, ha encarecido las actividades ganaderas y cultivo de alimentos.
Finalmente, entre otras disrupciones mencionadas fueron las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y la República Popular de China y la guerra entre Ucrania y Rusia, las cuales hacen una fractura en los mercados globales y aumenta la especulación e inflación de los precios.
Este informe se centra en los principales riesgos que afectan a las actividades logísticas y a las cadenas de suministro a nivel global. Uno de los mayores riesgos en la actualidad son los ciberataques, los cuales experimentaron un aumento significativo en el año 2020 debido a la pandemia de COVID-19.
Por otra parte, la crisis climática está teniendo un impacto directo en los proveedores globales, especialmente en el sector agrícola, siendo el sector azucarero uno de los más afectados. Otro riesgo destacado es la tensión entre Taiwán y China, la cual podría afectar el suministro de productos a nivel mundial.
Además, el proteccionismo de algunos países como Estados Unidos representa un riesgo importante debido a las regulaciones sobre importaciones que podrían desequilibrar el comercio internacional. En relación con el medio ambiente, se han implementado diversas regulaciones para mitigar los efectos de esta amenaza, ya que los eventos climáticos extremos representan un riesgo considerable para la cadena de suministro, como la escasez de lluvias y las sequías.
El Canal de Panamá se ha visto gravemente afectado por la falta de lluvia, lo que ha reducido el tráfico de buques y ha impactado en la economía global. Finalmente, se destacan los incendios, tormentas invernales, huracanes y otros fenómenos naturales, que son consecuencia de la crisis climática y afectan los tiempos de entrega y la cadena de suministro.
Este informe da a conocer las nuevas estrategias tomadas por las organizaciones, una vez finalizadas las restricciones a causa de la pandemia del COVID-19. Sin embargo, muestra como las empresas se enfrentaron a enormes obstáculos, incluida constante de dificultad de contratación mano de obra calificada, la escasez materias primas, los riesgos geopolíticos y meteorológicos externos y la ausencia de proveedores alternativos, significando vulnerabilidad ante las disrupciones. Por este motivo, muchas organizaciones han optado por la implementación de seguros para salvaguardar su integridad y abastecimiento. Esta tendencia ha ido en aumento desde la crisis sanitaria en el año 2020.
Este informe presenta las dificultades que pasa las cadenas de suministro de alimentos ante las disrupciones, siendo este uno de los más sensitivos al cambio debido a su tipo de mercancía. Debido a que este sector produce material perecedero, es necesario que los tiempos de entrega sean justo en el tiempo estipulado, para evitar pérdidas o alteraciones de su composición físicas o químicas.
Por ejemplo, entre los mayores riesgos, los cuales enfrenta este sector se presentan las interrupciones en la producción, la escasez de materias primas, el aumento en de los precios de la energía y la inflación. En este caso, de las soluciones más factibles, se encuentra la integración de seguros en sus sistemas, el cuidado al medio ambiente, la sostenibilidad y la resiliencia en todos sus procesos.