Este reporte expone los principales desafíos que enfrentaran las economías alrededor del mundo a causa de las elecciones. En el año 2024 se decidirán las elecciones de países con suma importancia para el comercio mundial como Taiwán, Indonesia, India, México y Estados Unidos. Gran parte de estas naciones, cuentan con tensiones en sus fronteras, las cuales se podrían agravar debido a las futuras decisiones, siendo el proteccionismo uno de los mayores retos.
Además, las cadenas de suministro globales se verían afectadas, debido los riesgos en las exportaciones y acuerdos internacionales, los cuales podrían sufrir modificaciones. Por otro lado, la ciberseguridad se ha convertido en un tema que ha tomado auge en esta última década, debido al avance de la tecnología, los cibercriminales han aumentado, perjudicando fuertemente a las actividades logísticas. Por ejemplo, entre las industrias más afectadas se encuentran la marítima, la aérea y manufactura.
Dentro de este artículo, se muestran cinco circunstancias, las cuales tomaron mucha relevancia en el año 2020. Entre ellas se encuentran, las perturbaciones no económicas, las cuales afectan a la cadena de suministros, principalmente causadas por eventos climáticos, el Brexit, la cual generó un cambio en el flujo de comercio entre el Reino Unido y la Unión Europea.
Además, las tenciones geopolíticas entre los Estados Unidos y China, provocaron que muchas compañías reubicaran sus plantas de producción y relocalizaran su producción. Por otro lado, se presenta como clasificar los riesgos en la cadena de suministro puede servir como hoja de ruta antes la resolución de problemas, también presentan como con un simple marco se pueden clasificar dos ejes, donde la vertical estima los riesgos que pueden ser anticipados, mientras que el horizontal cuantifica el riesgo previsto.
Finalmente, en la su última parte, muestra como cada categoría de riesgo, implica múltiples respuestas, donde demuestra que para construir capacidades fuertes de para poder afrontar el cambio y la resiliencia, es necesario generar procesos de monitoreo que puedan anticipar los cambio abruptos.
Este informe destaca cómo la crisis climática afecta a América Latina y el Caribe con climas extremos, pero también abre oportunidades para la innovación y creación de empleos. La región enfrenta riesgos como seguridad alimentaria, infraestructura, seguridad hídrica y salud. Las emisiones por deforestación representan el 38% del total de gases de efecto invernadero, subrayando la importancia de la inversión climática para soluciones sostenibles.
Invertir en transporte eléctrico es esencial para esta mayormente urbanizada región, siendo más económico a largo plazo pese al mayor costo inicial. Además, la productividad mental disminuye un 2% con temperaturas superiores a 25?°C.
Se identificaron sectores clave para la transición a economías neutras en carbono: energías renovables, movilidad eléctrica, economía circular, bioeconomía, recursos hídricos, turismo sostenible y seguridad alimentaria.
Se plantean diversos desafíos en el desarrollo de cadenas de suministro ininterrumpidas para hacer frente a los riesgos, considerando su vulnerabilidad. Por tanto, la identificación de oportunidades radica en la creación de cadenas de suministro resilientes. De hecho, cada organización debe centrarse en mitigar la escasez causada por proveedores y mantener la satisfacción de sus clientes finales.
Además, las cadenas de suministro deben orientarse hacia el desarrollo y la identificación de posibles disrupciones. Por ejemplo, en la actualidad, se observa una producción de mercancías en cantidades adecuadas según la demanda, con envíos puntuales y a un costo efectivo.
De esta manera, podemos definir las cadenas de suministro como un conjunto de organizaciones que participan en diversos procesos de actividades de valor, desde la producción de mercancías hasta su entrega en manos del cliente final. La clave no solo radica en centrarse en cadenas lineales, sino también en comprender canales complejos. Por consiguiente, la resiliencia se basa en la capacidad de un sistema para recuperarse a su estado original después de un contratiempo
Este reporte recopila datos y estadísticas sobre desastres imprevistos y sus impactos inmediatos, destacando las tasas desde sus inicios para identificar diferencias.
La Agenda 2030 promueve políticas de inclusión, eficiencia de recursos y adaptación al cambio climático. Junto con las siete metas del Marco de Sendai, fomenta la resiliencia a desastres y una gestión holística del riesgo a todos los niveles. Entre 2015 y 2022, se reportaron 100 desastres más en comparación con años anteriores.
Los desastres, naturales o provocados, causan pérdida de vidas y daños a los medios de subsistencia, resultando en altos costos de respuesta y reconstrucción, así como daños a infraestructuras. Las organizaciones encargadas de gestionar desastres incluyen ministerios de salud, protección civil, agricultura, infraestructura y vivienda.
El informe ofrece una perspectiva sobre los principales desafíos que enfrentan América Latina y el Caribe. Debido a su ubicación geográfica, la región es vulnerable a diversas interrupciones que afectan el flujo financiero y la cadena de suministro. Ante la crisis climática, el enfoque principal ha sido la adaptabilidad a los cambios y la mitigación de riesgos, con la financiación climática emergiendo como una alternativa para cerrar brechas.
Se abordan temas como la disminución de los ingresos públicos debido al descenso de los ingresos tributarios, la estabilización del gasto público primario en América Latina, el aumento de los déficits fiscales debido a la caída de los ingresos, el incremento de la deuda pública en la región y el equilibrio presupuestario de las cuentas fiscales de los gobiernos subnacionales en 2022.
La correcta gestión de los recursos económicos en América Latina y el Caribe, siempre ha sido un tema de discusión. Los niveles de endeudamiento de esta región ya contaban con niveles alarmantes, sin embargo, con la llegada de la pandemia del COVID-19, estos índices se dispararon hasta niveles poco favorables. Se tiene previsto que esta problemática afectara mayormente a los sistemas salud, educación y protección social. Asimismo, se prevé que los niveles de deuda seguirán en aumento, provocando retrasos en materia de desarrollo para esta región.
La integración de la resiliencia es una estrategia, que permite la facilitación de toma de decisiones antes tiempos de dificultad y permite reducir sus riesgos derivados. Asimismo, este instrumento ayuda a los gobiernos a realizar una adecuada de planificación dentro de sus territorios. Al mismo tiempo, para la creación de estos planes, se deben tomar en consideración 4 fases; como preparación, diagnóstico, formulación y seguimiento. Estas permiten generar un plan robusto, que permitirá atacar cualquier problemática. Cabe resaltar, de manera gubernamental, estos planes deben estar alineados con la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus 17 objetivos (ODS).
Debido a las significativas emisiones de carbono, especialmente provenientes del sector industrial, se plantea la necesidad de implementar un impuesto al carbono en la Unión Europea. Aunque esta propuesta genera cierta incertidumbre tanto en los países miembros como en el sector empresarial, representa una alternativa innovadora para fomentar la inversión en infraestructuras de energías limpias y para establecer regulaciones más estrictas sobre las emisiones de carbono.
Inicialmente, este impuesto se aplicaría en sectores clave como el cemento, los fertilizantes, el hierro y el acero, el aluminio, la electricidad y el hidrógeno. Esta medida busca incentivar a las empresas a reducir sus emisiones de carbono y a adoptar prácticas más sostenibles, lo que contribuiría significativamente a la lucha contra el cambio climático y a la transición hacia una economía más verde.
Esta investigación se enfoca en las cadenas de suministros y su capacidad de adaptación frente a las dificultades de eventos disruptivos que pueden entorpecer las operaciones de las empresas. La ventaja competitiva con la que puede contar una organización, es un factor determinante en el desarrollo de modelos eficientes, para impulsar la competitividad de las empresas. Al momento de la toma de decisiones, son tres los puntos que deben tomar en cuenta; las decisiones predisruptivas que incluyen medición y mitigación de riesgo y vulnerabilidad, las decisiones episódica, son aquellas que se toman durante la ocurrencia de la disrupción y las decisiones postdisruptivas que están orientadas a la medición de resiliencia. Todas factores permiten un enfoque resiliente en la cadena de suministros.
Se presenta la complejidad de las cadenas de valor y su importancia dentro del desarrollo de actividades logísticas. Asimismo, al ser su principal función el añadir valor agregado a través de todos sus procesos, estas se exponen a una mayor cantidad de riesgos que las hacen sensitivas ante disrupciones. Al mismo tiempo, uno de los principales objetivos de las cadenas de valor, es robustecer sus eslabones. Desde los centros de producción, hasta los procesos de gobernanza para así obtener un mejor funcionamiento dentro de su cadena.
Por otro lado, el nearshoring y la regionalización de las cadenas, son una de las principales estrategias de esta modalidad, la cual permite a mayor medida mitigar el desabastecimiento y mantener los estándares, sirviendo como herramientas de resiliencia. Asimismo, la sostenibilidad ha dejado de ser un tema de elección, si no de necesidad. Esta herramienta permite proporcionar a las empresas una mayor responsabilidad social y visibilizar su impacto al medioambiente, el cual ha tomado mayor relevancia desde la última década.
Este informe da a conocer las nuevas estrategias tomadas por las organizaciones, una vez finalizadas las restricciones a causa de la pandemia del COVID-19. Sin embargo, muestra como las empresas se enfrentaron a enormes obstáculos, incluida constante de dificultad de contratación mano de obra calificada, la escasez materias primas, los riesgos geopolíticos y meteorológicos externos y la ausencia de proveedores alternativos, significando vulnerabilidad ante las disrupciones. Por este motivo, muchas organizaciones han optado por la implementación de seguros para salvaguardar su integridad y abastecimiento. Esta tendencia ha ido en aumento desde la crisis sanitaria en el año 2020.